Tuesday, January 28, 2014

"Sentimientos de ausente"

Amado dueño mío,
escucha un rato mis cansadas quejas,
pues del viento las fío,
que breve las conduzca a tus orejas,
si no se desvanece el triste acento
como mis esperanzas en el viento.

Óyeme con los ojos,
ya que están tan distantes los oídos,
  y de ausentes enojos
en ecos de mi pluma mis gemidos;
  y ya que a ti no llega mi voz ruda,
óyeme sordo, pues me quejo muda.

Si del campo te agradas,
goza de sus frescuras venturosas
sin que aquestas cansadas
lágrimas te detengan enfadosas;
que en él verás, si atento te entretienes
ejemplo de mis males y mis bienes.

Si al arroyo parlero 
ves galán de las flores en el prado,
que amante y lisonjero
  a cuantas mira intima su cuidado,
en su corriente mi dolor te avisa
que a costa de mi llanto tiene risa.

Si ves que triste llora
su esperanza marchita, en ramo verde,
tórtola gemidora,
en él y en ella mi dolor te acuerde,
que imitan con verdor y con lamento,
él mi esperanza y ella mi tormento.

Si la flor delicada,
si la peña, que altiva no consiente
del tiempo ser hollada,
ambas me imitan, aunque variamente,
ya con fragilidad, ya con dureza,
mi dicha aquélla y ésta mi firmeza.

Si ves el ciervo herido
que baja por el monte, acelerado
buscando dolorido
alivio del mal en un arroyo helado,
  y sediento al cristal se precipita,
no en el alivio, en el dolor me imita.

Si la liebre encogida
huye medrosa de los galgos fieros,
  y por salvar la vida
no deja estampa de los pies ligeros,
tal mi esperanza en dudas y recelos
se ve acosa de villanos celos.

Si ves el cielo claro,
tal es la sencillez del alma mía;
  y si, de luz avaro,
de tinieblas emboza el claro día,
es con su oscuridad y su inclemencia,
imagen de mi vida en esta ausencia.

Así que, Fabio amado
saber puedes mis males sin costarte
la noticia cuidado,
pues puedes de los campos informarte;
   y pues, yo a todo mi dolor ajusto,
saber mi pena sin dejar tu gusto.
Mas ¿cuándo ¡ay gloria mía!
mereceré gozar tu luz serena?

¿Cuándo llegará el día
que pongas dulce fin a tanta pena?
¿Cuándo veré tus ojos, dulce encanto,
y de los míos quitarás el llanto?

¿Cuándo tu voz sonora
herirá mis oídos delicada,
y el alma que te adora,
de inundación de gozos anegada,
a recibirte con amante prisa
saldrá a los ojos desatada en risa?

¿Cuándo tu luz hermosa
revestirá de gloria mis sentidos?
¿Y cuándo yo dichosa,
mis suspiros daré por bien perdidos,
teniendo en poco el precio de mi llanto?
Que tanto ha de penar quien goza tanto.

¿Cuándo de tu apacible
rostro alegre veré el semblante afable,
y aquel bien indecible
a toda humana pluma inexplicable?
Que mal se ceñirá a lo definido
lo que no cabe en todo lo sentido.

Ven, pues, mi prenda amada,
que ya fallece mi cansada vida
de esta ausencia pesada;
ven, pues, que mientras tarda tu venida,
aunque me cueste su verdor enojos,
regaré mi esperanza con mis ojos.

Sor Juana Inés de la Cruz

Retrato de Juana de Asbaje (es el nombre con el que fue bautizada), 
teniendo aquí 15 años (1666)
Autor: desconocido, firmado "J. Sánchez"

Sunday, January 26, 2014

Sonnet -XXIV-

Mine eye hath played the painter and hath steeled,
thy beauty's form in table of my heart;
my body is the frame wherein 'tis held,
and perspective that is best painter's art.

For through the painter must you see his skill,
to find where your true image pictured lies,
which in my bosom's shop is hanging still,
that hath his windows glazed with thine eyes.

Now see what good turns eyes for eyes have done:
mine eyes have drawn thy shape, and thine for me
are windows to my breast, where-through the sun

delights to peep, to gaze therein on thee; 
   yet eyes this cunning want to grace their art,
   they draw but what they see, know not the heart.

William Shakespeare 

Всяко правило си има изключения. Следва прелестният превод 
на Валери Петров:

Окото ми художник сякаш стана
и тъй изписа твоето лице,
че то като във рамка се обхвана
във мойто очаровано сърце.

И ето те, висиш в ателието
на мойта гръд, дълбоко тука в мен,
широкия прозорец на което
със твоя бистър взор е остъклен.

Съдействат си погледите: моя
рисува красотата ти, а ти
през своя пускаш слънцето и то я

огрява, като жива да трепти.
Но с външности играе си окото -
в сърцето не прониква то, горкото!

The poet, here at age 34, painting by Louis Coblitz, 1847
Copyright: © RMN / Gérard Blot

За думите...

"Думи и думи"
Едно време, като слушах как старите хора в моя край разговарят помежду си, имах чувството, че си разменят златни монети... Сега, като слушам как всички ние разговоряме помежду си, имам чувството, че си разменяме книжни левчета, с които нищо не можеш да купиш! И може би тъкмо заради това, че нищо не може да се купи с тях, си ги разменяме така щедро помежду си! Толкоз за едно левче!

Йордан Радичков, „Акустичното гърне“, 1996

_______________


[...] Всяка дума трябва да цъвти и върже дълго на дървото си, докато наедрее и натежи, да се откъсне сочна, закръглена, наляна с изстрадал смисъл и слънчева яснота. А сега хората заговориха с недоносени, сурови, присадени думи, с тежкотоварни фрази, които мъчно можеш да сдъвчеш – стипчиви, присядат ти на глътката, лишени от аромат и вкус. [...]

Блага Димитрова, Пътуване към себе си, 1965


 


 *Тази публикация има своеобразно продължение: Рафина. от 5-ти април 2014г.

Saturday, January 25, 2014

"Canción oriental"

  1920

Es la granada olorosa
un cielo cristalizado.
(Cada grano es una estrella,
cada velo es un ocaso.)
Cielo seco y comprimido
por la garra de los años.

La granada es como un seno
viejo y apergaminado,
cuyo pezón se hizo estrella
para iluminar el campo.

Es colmena diminuta
con panal ensangrentado,
pues con bocas de mujeres
sus abejas la formaron.
Por eso al estallar, ríe
con púrpuras de mil labios...

La granada es corazón
que late sobre el sembrado,
un corazón desdeñoso
donde no pican los pájaros,
un corazón que por fuera
es duro como el humano,
pero da al que lo traspasa
olor y sangre de mayo.
La granada es el tesoro
del viejo gnomo del prado,
el que habló con niña Rosa
en el bosque solitario.
Aquel de la blanca barba
y del traje colorado.
Es el tesoro que aun guardan
las verdes hojas del árbol.
Arca de piedras preciosas
en entraña de oro vago.

La espiga es el pan. Es Cristo
en vida y muerte cuajado.

El olivo es la firmeza
de la fuerza y el trabajo.

La manzana es lo carnal,
fruta esfinge del pecado,
gota de siglos que guarda
de Satanás el contacto.

La naranja es la tristeza
del azahar profanado,
pues se torna fuego y oro
lo que antes fue puro y blanco.

Las vides son la lujuria
que se cuaja en el verano,
de las que la iglesia saca,
con bendición, licor santo.

Las castañas son la paz
del hogar. Cosas de antaño.
Crepitar de leños viejos,
peregrinos descarriados.

La bellota es la serena
poesía de lo rancio,
y el membrillo de oro débil
la limpieza de lo sano.

Mas la granada es la sangre,
sangre del cielo sagrado,
sangre de la tierra herida
por la aguja del regato.
Sangre del viento que viene
del rudo monte arañado.
Sangre de la mar tranquila,
sangre del dormido lago.
La granada es la prehistoria
de la sangre que llevamos,
la idea de sangre, encerrada
en glóbulo duro y agrio,
que tiene una vaga forma
de corazón y de cráneo.

¡Oh granada abierta!, que eres
una llama sobre el árbol,
hermana en carne de Venus,
risa del huerto oreado.
Te cercan las mariposas
creyéndote sol parado,
y por miedo de quemarse
huyen de ti los gusanos.

Porque eres luz de la vida,
hembra de las frutas. Claro
lucero de la floresta
del arroyo enamorado.

¡Quién fuera como tú, fruta,
todo pasión sobre el campo!

Federico García Lorca, Libro de poemas
"Imprenta Maroto", Madrid, 1921

Fragmento del cuadro "Granadas y cesto de frutas" (1642)
del
pintor vallisoletano Antonio Ponce

"Elegía a Doña Juana la Loca"

Diciembre de 1918
(Granada)

A Melchor Fernández Almagro


Princesa enamorada sin ser correspondida.
Clavel rojo en un valle profundo y desolado.
La tumba que te guarda rezuma tu tristeza
a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol.

Eras una paloma con alma gigantesca
cuyo nido fue sangre del suelo castellano,
derramaste tu fuego sobre un cáliz de nieve
y al querer alentarlo tus alas se troncharon.

Soñabas que tu amor fuera como el infante
que te sigue sumiso recogiendo tu manto.
Y en vez de flores, versos y collares de perlas,
te dio la Muerte rosas marchitas en un ramo.

Tenías en el pecho la formidable aurora
de Isabel de Segura. Melibea. Tu canto,
como alondra que mira quebrarse el horizonte,
se torna de repente monótono y amargo.

Y tu grito estremece los cimientos de Burgos.
Y oprime la salmodia del coro cartujano.
Y choca con los ecos de las lentas campanas
perdiéndose en la sombra tembloroso y rasgado.

Tenías la pasión que da el cielo de España.
La pasión del puñal, de la ojera y el llanto.
¡Oh princesa divina de crepúsculo rojo,
con la rueca de hierro y de acero lo hilado!

Nunca tuviste el nido, ni el madrigal doliente,
ni el laúd juglaresco que solloza lejano.
Tu juglar fue un mancebo con escamas de plata
y un eco de trompeta su acento enamorado.

Y, sin embargo, estabas para el amor formada,
hecha para el suspiro, el mimo y el desmayo,
para llorar tristeza sobre el pecho querido
deshojando una rosa de olor entre los labios.

Para mirar la luna bordada sobre el río
y sentir la nostalgia que en sí lleva el rebaño
y mirar los eternos jardines de la sombra,
¡oh princesa morena que duermes bajo el mármol!

¿Tienes los ojos negros abiertos a la luz?
O se enredan serpientes a tus senos exhaustos...
¿Dónde fueron tus besos lanzados a los vientos?
¿Dónde fue la tristeza de tu amor desgraciado?

En el cofre de plomo, dentro de tu esqueleto,
tendrás el corazón partido en mil pedazos.
Y Granada te guarda como santa reliquia,
¡oh princesa morena que duermes bajo el mármol!

Eloisa y Julieta fueron dos margaritas,
pero tú fuiste un rojo clavel ensangrentado
que vino de la tierra dorada de Castilla
a dormir entre nieve y ciprerales castos.

Granada era tu lecho de muerte, Doña Juana,
los cipreses, tus cirios; la sierra, tu retablo.
Un retablo de nieve que mitigue tus ansias,
¡con el agua que pasa junto a ti! ¡La del Dauro!

Granada era tu lecho de muerte, Doña Juana,
la de las torres viejas y del jardín callado,
la de la yedra muerta sobre los muros rojos,
la de la niebla azul y el arrayán romántico.

Princesa enamorada y mal correspondida.
Clavel rojo en un valle profundo y desolado.
La tumba que te guarda rezuma tu tristeza
a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol.

Federico García Lorca, Libro de poemas
"Imprenta Maroto", Madrid, 1921
 
Königin Juana "Die Wahnsinnige"
(
La Infanta Juana la Loca), 1500
Cuadro de Master of Affligem, un pintor de Bruselas




Friday, January 24, 2014

How love comes...

[...]

If a stone hits a river, the river will treat it as yet another commotion in its already tumultuous course. Nothing unusual. Nothing unmanageable.
If a stone hits a lake, however, the lake will never be the same again. 
  
[...]

They did not live in the same city. Not even on the same continent. The two of them were not only miles apart but also as different as day and night. Their lifestyles were so dissimilar that it seemed impossible for them to bear each other`s presence, never mind fall in love. But it happened. And it happened fast, so fast in fact that Ella had no time to realize what was happening and to be on guard, if one could ever be on guard against love.
Love came to Ella as suddenly and brusquely as if a stone had been hurled from out of nowhere into the tranquil pond of her life.

Elif Shafak, The forty rules of Love
VIKING, London, 2010

Two oceans meet.

The moon showered me with its warm glow. A light rain, as delicate as a silk scarf, began to fall on the town. I thanked God for this blessed moment and left myself in His hands. The fragility and brevity of life struck me once again...
[...]
There is only one more day before I meet my companion. I cannot sleep. 
Oh, Rumi! The king of the realm of words and meanings. 
Will you know me when you see me? 
See me!

(Shams)

***

(Rumi)

Blessed is this day, for I have met Shams of Tabriz. On this last day of October, the air has a new chill and the winds blow stronger, announcing the departure of autumn.
[...]
His black eyes blazing at me sharper than daggers, he stood in the middle of the street and raised his arms high and wide, as if he wanted to halt not only the procession but also the flow of time. I felt a jolt run trough my body, like a sudden intuition.

Elif Shafak, The forty rules of Love

VIKING
London, 2010


Thursday, January 23, 2014

"Metáforas", ¡qué palabra más larga e indignante!

-¿Qué haces? -le preguntó.
-Estoy pensando.
De un manotazo accionó el interruptor, y la luz agredió su rostro huido.
-Si estás pensando, quiero ver qué cara pones cuando piensas.
-Beatriz se cubrió los ojos con las manos-. ¡Y con la ventana abierta en pleno otoño!
-Es mi pieza, mamá.
-Pero las cuentas del médico las pago yo. Vamos a hablar claro, hijita.
¿Quién es él?
-Se llama Mario.
-¿Y qué hace?
-Es cartero.
-¿Cartero?
-¿Que no le vio el bolsón?
-Claro que le vi el bolsón. Y también vi para qué usó el bolsón. Para meter una botella de vino.
-Porque ya había terminado el reparto.
-¿A quién le lleva cartas?
-A don Pablo.
-¿Neruda?
-Son amigos, pues.
-¿Él te lo dijo?
-Yo los vi juntos. El otro día estuvieron conversando en la hostería.
-¿De qué hablaron?
-De política.
-¡Ah, además es comunista!
-Mamá, Neruda va a ser presidente de Chile.
-Mijita, si usted confunde la poesía con la política, lueguito va a ser madre soltera. ¿Qué te dijo?
Beatriz tuvo la palabra en la punta de la lengua, pero la adobó algunos segundos con su cálida saliva.
-Metáforas.
La madre se aferró a la perilla del rústico catre de bronce, apretándola hasta convencerse de que podía derretirla.
-¿Qué le pasa mamá? ¿Qué se quedó pensando?
La mujer vino al lado de la chica, se dejó desvanecer sobre el lecho, y con voz desfalleciente, dijo:
-Nunca te oí una palabra tan larga. ¿Qué «metáforas» te dijo?
-Me dijo... Me dijo que mi sonrisa se extiende como una mariposa en mi rostro.
-¿Y qué más?
-Bueno, cuando dijo eso, yo me reí.
-¿Y entonces?
-Entonces dijo una cosa de mi risa. Dijo que mi risa era una rosa, una lanza que se desgrana, un agua que estalla. Dijo que mi risa era una
repentina ola de plata.
La mujer humedeció con la lengua trémula sus labios.
-¿Y qué hiciste entonces?
-Me quedé callada.
-¿Y él? .
-¿Qué más me dijo?
-No, mijita. ¡Qué más le hizo! Porque su cartero además de boca ha de tener manos.
-No me tocó en ningún momento. Dijo que estaba feliz de estar tendido junto a una joven pura, como a la orilla de un océano blanco.
-¿Y tú?
-Yo me quedé callada pensando.
-¿Y él?
-Me dijo que le gustaba cuando callaba porque estaba como ausente.
-¿Y tú?
-Yo lo miré.
-¿Y él?
-El me miró también.

Antonio Skármeta, El cartero de Neruda

Buenos Aires, 1996





Wednesday, January 22, 2014

Едно "сбогом"...

ПРОЩАЛНО
На жена ми

Понякога ще идвам във съня ти
като нечакан и неискан гостенин.
Не ме оставяй ти отвън на пътя –
вратите не залоствай.

Ще влезна тихо. Кротко ще приседна,
ще вперя поглед в мрака да те видя.
Когато се наситя да те гледам –
ще те целуна и ще си отида.

Никола Вапцаров, юли 1942г

Никола Вапцаров със съпругата си Бойка в края на 30-те.

Un collage del amor...

***

¿Qué nos faltó, entonces? ¿Amor? Vaya que no. Lo tuvimos y de todo tipo. Desde el amor platónico y menor de edad de un par de grandes tímidos hasta el sensual y alegre y loco desbarajuste de los que a veces tuvieron sólo unas semanitas para desquitarse de toda una vida, pasaría contigo, desde el amor de un par de hermanitos nacidos para quererse y hacerse el bien eternamente hasta el de un par de cómplices implacables en más de un asalto de delincuentes, y desde el de un par de jóvenes enamorados incluso del amor y de la luna hasta el de un par de veteranos capaces de retozar aún en alguna remota isla bajo el sol, no me importa en qué forma, ni dónde ni cómo, pero junto a ti... O sea que vaya que tuvimos amor de todo tipo y tamaño, pero siempre del bueno, esto sí que sí.

***

Nos dejamos capturar el uno por el otro, desde que nuestros labios se fueron directamente en busca de los labios del otro, no de las mejillas, ni de la frente, directa y ansiosamente a la boca del otro, y al abrazo muy fuerte, ya doloroso, se le escaparon brazos y manos que buscaban otras zonas del cuerpo, un seno, el corazón, las caderas, un resbalón por el muslo.
Abandonemos este aeropuerto en el acto, Juan Manuel Carpio. No tenemos ni un minuto que perder.

***

No vimos a nadie, aquellos días, y tuvimos toda la razón del mundo al actuar así, al escondernos superegoístamente. Los amigos comprendían perfectamente bien, además. Aquéllos eran nuestros siete días, nuestra semanita que podía ser para toda la vida, nuestro estar juntos por una vez en el mismo lugar y sabiendo ambos exactamente lo que deseábamos y cómo y cuánto tiempo nos era permitido amarnos...

***

Nunca hubo una pareja que se separara en un aeropuerto con una fe tan grande en el futuro, con tantas ilusiones compartidas y tantos proyectos comunes, como Fernanda y yo. ¿Fue simple buen gusto, simple deseo de que acabara con besos y sonrisas esa semanita que terminó por convertirse en un sueño realmente vivido y compartido? Ahora que muchos de esos intensos deseos pertenecen al pasado, ahora que nada nos salió del todo mal ni tampoco bien, ahora que sólo quedan un montón de cartas de Mía, alguno que otro trozo escrito por mí y también algunas de mis cartas posteriores al robo de Oakland, muchísimo cariño y amistad, y la misma confianza y complicidad de siempre, tal vez lo único que podríamos decir Fernanda y yo es que hay despertares sumamente inesperados y que, incluso, a veces, en nuestro afán de no causarle daño alguno a terceros, terminamos convertidos nosotros en esos terceros. Y bien dañaditos, la verdad.
Chau, Mía... Y ya verás cómo todo se arregla a nuestro favor, algún día.
Algún día no, sino muy pronto, Juan Manuel Carpio, ya tú verás que algo nos sale por ahí. Porque de niña me llamaban Fernanda Mía y tú me has llamado así, siempre seré Fernanda Tuya, mi amor... 
 
Alfredo Bryce Echenique, La amigdalitis de Tarzán

ALFAGUARA
Madrid, 1999


"Lenguaje"


El rey pretendía comunicarse con su dios para interrogarle por el amor de la reina. No obstante, para lograrlo, él tenía que aprender primero el lenguaje divino, y sólo la reina se lo podía enseñar.

Ricardo Sumalavia, Enciclopedia mínima


Pontífica Universidad Católica del Perú - FONDO EDITORIAL
Lima, 2004

Tuesday, January 21, 2014

Любов от пръв поглед, буквално...

 

ПЪРВИ ДЯЛ

ДО ЛАВИНАТА

 

Сняг

Пада, пада. Сняг върху сняг.
Всичко засипва. Изчезват скали и дървета, пътеки и урви. Сякаш никога не ги е имало. Дори формите им се изгубват. Сняг навсякъде.
На утрото осъмвам на друга планета. Бяла, заоблена, тиха. Още неизследвана.
Забравям къде е било земя, къде камък, къде пропаст. Всичко се изравнява. Ръбовете изчезват. Ъглите се заглаждат. Пъстротата се стопява. Крясъкът на боите заглъхва.
Нямо безбагрие.
Вали бяла забрава.
Който е изгубил пътя, как ще го намери?
Няма път.
Белота. Нищо.
Но в бялото се съдържат всички цветове. Един лъч е достатъчен, за да разложи белотата и да възникнат седемте бои на дъгата с техните безброй подгласни тонове.
От белотата ще разцъфне пъстрина.
От бялото яйце на снега ще се пукне пролет.
Никой цвят не може да бъде така чист. И никой цвят не може така да се омърси и опетни, както белият.
Снегът е тих, търпелив тъкач, опънал стан от земята до небето. Какво тъче денем и нощем така кротко и крепко?
Докато ние спим, се трупа лавината. Снежинка по снежинка, сън по сън.
В тишината зрее гърмът.
Безстрастен сняг. Пада, пада. 

Блага Димитрова, Лавина

София, 1977

Ето защо ни прилошава, когато пътуваме с гръб към посоката на движението...

Седях с гръб към посоката на движението. Шосето, изрътено от коловози, се размотаваше зад камиона. То водеше назад към Гръмовец — плешив връх в дъното на пътя с бараки като пчелин. Край него — обръч от височини, чукари, сипеи, които навяваха жажда. Понякога ги прекосяваше сянка на птица и ги оставяше още по-жадни. В това есенно утро над тях тегнеха застояли облаци. Там ми останаха две години от живота. Двете, които за едно момиче са най-хубавите — от 18 до 20 години. На теория. А на практика това е най-мъчната възраст. Не исках дори с поглед да се върна нататък. Предпочетох да гледам встрани.
Странен изглежда светът, когато си с гръб към посоката на движението. Ти бързаш на среща с дървета, градове и облаци, а те бягат от тебе. Ти си се устремил да прегърнеш света, а светът рязко се отдръпва. Пътят се изнизва под тебе и води право назад. Представите се обръщат наопаки. Това, което иде, е зад тебе, а онова, което отминава, е отпреде ти. Задгърбил си предстоящето, а си с лице към предишното. По-хубаво изглежда крайпътното дърво, защото си отива. По-опасен — завоят, защото не го виждаш. Неизвестни камъни, гърбици, трапчини на шосето те дебнат из засада. Това, което иде, те безпокои като нож, опрян в гърба ти. Онова, което е пред тебе, е вече отминало и не можеш да го върнеш. Движението с лице назад е против законите на съзнанието. Причинява замайване. Мисълта иска да се обърне напред към целта, да предваря всичко, да го насочи и хване. А не да го догонва със закъснение, без да може да го задържи и промени.
Невероятен е пътят, когато си гърбом към движението. Насрещният вятър те шиба изотзад, обърква косите ти, развява ги пред очите. Целият си объркан и тласкан наопаки. Гледаш скокливи картини. Зъбери, храсти, покриви, върхове — всичко на скокове се отдалечава от тебе. Твоят хоризонт е обратен: вместо да се отваря и расте пред тебе, той се затваря и намалява. Погледът ти едва след миг е там, където преди миг сам ти си бил. Тогава пътят е устремен не към идния миг, както всеки истински път, а към предидущия. И времето обръща своя ход.
Гледах в хипноза това напредващо назад шосе. Двете пресни дири от гумите летяха, насочени обратно. И прашната пушилка се виеше зад камиона като изхлузена, пепелява змийска кожа, стелеше се по камъни, храсти и треви, които се оттегляха навътре в планините. Аз бягах оттам. А неволно попаднах под инерцията на противоположното движение. И колкото по-неудържим бе в мене стремежът да се махна, толкова по-сляп вътрешен тласък ме блъскаше назад. Не можех да се откача от тия обратно действащи сили. Бях направила някаква грешка, за да обърна наопаки всички посоки на живота си. Но каква? И кога изобщо човек сбърква?
Както седях с гръб към излива на движението, пътят започна с все сила да ме влече назад, назад, право натам, откъдето бягах.

Блага Димитрова, Пътуване към себе си

НАРОДНА МЛАДЕЖ
София, 1972