Saturday, September 26, 2015

¡Lo que es leer un libro a tiempo!


Hace más o menos dos meses empecé a leer Rayuela. A finales de agosto ya estaba saltando por los últimos capítulos y decidí llevármela a Cádiz. Quería terminarla allí, durante esas dos semanas de vacaciones que tanto había esperado... Y así fue.

Como no puedo volver de España sin comprarme por lo menos un par de libros, me llevé cuatro. Uno fue Contigo en la distancia de Carla Guelfenbein. En uno de los capítulos iniciales, la protagonista, Emilia, cuenta cómo ha sido para ella descubrir los autores latinoamericanos y dice: "...estos tuvieron en mí el efecto huracanado de los eventos que nos cambian la vida. Recuerdo haber leído incontables veces la muerte del pequeño Rocamadour. Su cuerpo afiebrado, los sones de Brahms, la lluvia, la distancia derrotada de Oliveira, los golpes secos del viejo y su bastón sobre sus cabezas, la oscuridad y luego la evidencia irrefutable de la muerte." ¡Me impresioné tanto! Porque para mí significaban lo mismo. García Márquez fue el primer escritor hispano que leí de forma seria y de alguna manera, terminó por ser parte de mí misma. Luego, Carpentier me hizo viajar hacia los orígenes de la música y del mundo y Vargas Llosa me mantuvo agarrada por el cuello con tanta fuerza mientras me revelaba el horrible secreto de Urania... Y después, de golpe volví a sentir la sofocante angustia de aquellos momentos de la Rayuela: el corazón se me había encogido y había necesitado tiempo para recuperarme. Y es que todos estos elementos que Emilia menciona constituyen, para mí, el cuadro más oscuro y doloroso del libro.

Al rato, me pregunté qué habría pasado si no hubiera leído Rayuela. La respuesta es sencilla: nada. No habría entendido, ni mucho menos sentido absolutamente nada. Quizá ni siquiera me habría enterado de qué libro se trataba. Parece que el juego no tiene final...

© 2015, Cristiana Bobeva




No comments:

Post a Comment